martes, 24 de marzo de 2015

La Duda: análisis critico del Derecho Penal.

Las escenas bajo estudio cristalizan el carácter inquisitivo de la indagación realizada en contra del Padre Flynn, denotando la violación de múltiples garantías procesales: imaginamos un juicio ordinario en el sistema penal actual y concluimos que en cada juez descansa una hermana Aloysius.

Es que el vicio más grave del sistema penal es su esquema de investigación judicial: el “hecho-prueba-sentencia” nunca pudo imponerse al “hecho-sentencia-prueba”: las razones son diversas e  intrínsecamente relacionadas con la función del sistema penal y sus agencias jurídicas. Una de dichas razones se exterioriza en la legitimación social que estas requieren, por lo cual, bajo la promesa de orden social, inician una selección de conflictos e individuos, asignándoles características estigmatizantes, configurando una “otredad” peligrosa para la comunidad.

Así nace la criminalización  selectiva,  que  mediante su funcionamiento permite justificar la existencia del monopolio del poder punitivo estatal,  postulando como únicos autores delictivos a quienes encuadren en sus categorías arbitrarias y clasistas.

El sistema se activa para penar y justificar su existencia, buscando ilimitadamente elementos para “fundar” la sentencia que ya comienza a redactar el juez de instrucción en la indagatoria (“pobre del que se niegue a declarar, esta renuncia es su confesión”),  y que los jueces orales ya tienen definida antes del debate, desnudando su incapacidad operativa. Esta lógica expulsa a la víctima del proceso (¿A quien le importa Donald Miller?), no sea cosa que ésta sienta la inexistencia de agravios. 

Es que en “la reconstrucción de la verdad histórica”, la verdad es lo que menos importa.

Algañaraz, Diego.
Fernández, Walter.
Roldán. Maria Florencia,

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